miércoles, 29 de abril de 2009

Sombra

El sol despedaza las nubes
y enciende los vidrios de la ventana
desde la que miro pasar

apuros y corridas,

preocupaciones de oficina
y vencimientos de impuestos,

y hasta un perro callejero

que ladra a su sombra

como un humano.

lunes, 27 de abril de 2009

Dibujos en noviembre, cerca de Ottawa

17-11-2004

Voy trazando un dibujito en un papel ordinario
con un marcador ordinario.

El hombrecito del dibujo me dice,
o yo sospecho que me dice,
o yo quiero sospechar que me dice
“éste no es tu lugar”.

Y lo rompo, y lo vuelvo a dibujar,
y me dice lo mismo,
y lo rompo y lo vuelvo a dibujar,
y me dice lo mismo,
y lo rompo, y lo vuelvo a dibujar,
y me dice lo mismo, y lo rompo...,

y así la noche entera,

hasta que el hombrecito

se calla.


18-11-2004

Dibujé de nuevo
(una sola vez)
al hombrecito que ayer me decía
“éste no es tu lugar”.


19-11-2004

Hoy no dibujé
al hombrecito que me decía

“éste no es tu lugar”.


20-11-2004

Esta noche, el hombrecito que me decía
“éste no es tu lugar”

me dibujó a mí.

domingo, 26 de abril de 2009

Luz

En un ataque de oscuridad
rompí una luz en pedacitos
que enseguida
se desparramaron
en remotos rincones de la noche.

Me apuré a juntarlos
pero llegó el día, el sol

y algunos pedacitos de luz
se perdieron para siempre.

sábado, 25 de abril de 2009

Jaulas

Un pájaro canta afuera de la jaula
como con miedo
a sus ganas de encerrarse.

La puertita está abierta,
y el agua y el alpiste
cantan más fuerte que el pájaro,
llamándolo.

Pero al fin se escapa
volando un vuelo azul

que lo aleja del alpiste, del agua

y de la trampa de una puertita abierta
que grita su fracaso.

viernes, 24 de abril de 2009

Trinchera

Una trinchera se llena
de pajaritos
y las bombas explotan
al sur de la imaginación.
Los pajaritos espían y pían, escondidos,
y parece no existir nada que los haga callar.

Ocupa todas las trincheras
el piar ensordecedor
y las bombas casi ni se escuchan
de tan insignificantes.

Después, los pajaritos vuelan
en un reguero de plumas
que brota de la trinchera.

La lluvia llenará de agua
el seguro agujero, para inundar
el eco de los pajaritos
que siguen cantando
lejos, lejos,
y seguirán cantando,
lejos, lejos.

jueves, 23 de abril de 2009

Espejos

Cada vez que debía salir sabiendo que podría demorarse demasiado, ella encendía cada una de las luces de su departamento, entendiendo así que sus espejos tendrían algo que reflejar y no la extrañarían tanto.

miércoles, 22 de abril de 2009

Ella

Ella,
casi toda ella chorreaba lágrimas a montones cada día
viendo al cartero seguir de largo.

Entonces, cada día
volvía sonriendo, preparaba un té, decía estar contenta,

se suicidaba frente al espejo
apuntándose con el índice derecho.

Sangraba un poco.

Después encendía la tele, diciéndome cada día
que la despertara a las ocho.
Que no me olvide.
Que tenía que arreglarse, maquillarse.
Que a las nueve y veinte, más o menos,
el cartero vendría, tocaría el timbre y le daría por fin esa carta
que por nada del mundo ella querría leer.

martes, 21 de abril de 2009

Cucaracha

El niño agujerea
una cucaracha
con un clavo oxidado.

El insecto chorrea
líquidos pegajosos
mientras camina a ninguna parte.

El niño se aleja
pateando el aire,

pensando quién sabe qué

con su martillo en la mano.

lunes, 20 de abril de 2009

Cartas

La nieve llegaba a la mitad de su puerta.
No me gusta salir, me decía,
me gusta escribirte cartas, me decía,
es lo único que me gusta, escribirte cartas, me decía.

Y me las enviaba
y eran tantas, son tantas.

Leo al azar algunas, de vez en cuando,

después las quemo.
Me gusta ver el humo llevándose
palabras, puntos y comas, algunos dibujitos.

Después pienso en ella, en la nieve, en las cartas sin leer.

Ahora el olor a café ocupa todo mi espacio, todo,
no hay lugar,
al menos por hoy,
para cartas, palabras, puntos, comas, dibujitos.