domingo, 31 de mayo de 2009

...

Él oscurecía todos los días a la misma hora.
Ella sólo sabía amanecer.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Plantas y flores

Victoria regaba siempre plantas y flores, y disfrutaba de las mañanas luminosas hasta que descubrió las plantas y flores de su vecina. Como siempre, las plantas y flores de su vecina le parecieron mucho más lindas que las de su jardín, y se enfermaba de envidia hasta depositar en la basura toda la colección de productos químicos, fertilizantes y abonos con los que intentaba mejorar las suyas y poder así superar a su rival.

Volvió a hojear cada revista, cada libro de jardinería, buscando el consejo mágico que le permitiera embellecer sus plantas y flores, pero no hubo caso.
Las de su vecina seguirían siendo mejores que las suyas, indefectiblemente. Y todo hacía pensar que nada cambiaría.

Hasta que tuvo una idea tan brillante y simple que se insultó en voz alta por no habérsele ocurrido antes. Lo único que tenía que hacer era robar unos brotes del jardín vecino.

A eso de las tres de la mañana salió, cuchillito en mano, con el sigilo necesario para no despertar a su marido e hijos. Cuando llegó a la cerca que separaba ambos jardines, sorprendió a su vecina que, cuchillito en mano, llegaba a robarle unos brotes a ella.
Las dos se enfrentaron rojas de vergüenza, se sonrieron con no más falsedad de la necesaria, y volvieron a sus camas pensando “yo sabía que mis plantas y flores eran más lindas que las de ella”.

miércoles, 13 de mayo de 2009

La noche

Le pido una limosna a un espejo gastado
mientras sangra
imágenes repetidas.

La lluvia enciende una promesa
en mi reflejo
y duplica una espera en las excusas de siempre.

Y miento, y me miento
y culpo, y me culpo
sin contemplaciones,
sin vacilar.

El viento mueve la lluvia
ocultándola en la noche,

en la misma noche

que ensucia mi respiración.

jueves, 7 de mayo de 2009

Una rosa roja

Apretar el tallo de una rosa roja
apretarlo fuerte.

Sentir las espinas hundiéndose en la carne,

sentir la presencia del dolor,
la intensidad del dolor,
la pureza del dolor.

Mirar la rosa roja
sintiendo la carne lastimada,
sangrante.

Y seguir apretando,
apretando fuerte el tallo
de la rosa roja.

Y seguir sangrando
ya casi irrespetuosamente.

Y confiar en la belleza
de la rosa roja.

Confiar lo suficiente
en la belleza de la rosa roja

para seguir apretando fuerte
el tallo y sus espinas
y
sangrar,
sangrar, sangrar.

viernes, 1 de mayo de 2009

Futuros

La gitana juguetea con sus cartas
cada día,
y describe el futuro
a quien quiera escuchar.

Las cartas nunca mienten

la gitana sí,
por exceso de detalles u omisión.

El futuro
se le muestra siempre
con tremenda claridad.

Ella lo borronea un poco y miente,
a veces,
cuando lo que ve en las cartas abruma
de tanto aburrimiento.